Crónica final: Walker
WALKER Camino por entre la gente con esa sensación de soledad que solo te dan las multitudes. Las personas de las grandes ciudades deben ser las que más solas se sienten, me digo. Bajo los escalones del tren y camino, solo camino. Paso por el costado de FADU y mi mente se llena de recuerdos, recuerdos tan lejanos, casi de otra vida, otra vida en la que aún las facultades estaban abiertas y rebosantes de estudiantes, otra vida en la que el solo hecho de cerrarlas parecía imposible. No entro pero mi mente sí lo hace, recorre las aulas, sube y baja las escaleras, toma el ascensor, se pierde en los entrepisos, se pierde entre los recuerdos. Casi sin notarlo me encuentro parada frente al parque. Me detengo y respiro, solo respiro, el fresco aire proveniente del rio inunda mis pulmones al tiempo que acaricia mis mejillas y juega con mi cabello. Mis pies tocan el pasto, el mismo pasto que pisaron miles, millones de personas antes que yo. Tal vez no importa cuántas pudieron haber pisado