Moria Casan le insiste por última vez a Damián Salas

Ay querido vos sos de lo mios, igualito a La One. Cómo te gusta hacerte rogar, pero esta es la ultima carta que te escribo, last chance sweety. La anterior ni me la contestaste, una total falta de respeto, muy de cabotaje sos. Amor nadie le hace esto a Mo, ¿o qué crees? ¿Qué voy a esperar cinco primaveras por tu respuesta? Después no quiero verte llorando como un perrito mojado rogando por la atención de La One.

Bueno te escribía porque OMG no sabes lo que me acaba de pasar. Soy un persona muy intuitiva, creo mucho en las energías y venia teniendo presentimientos extraños así que hoy fui a visitar a Nancy, mi psíquica y hermana del alma, una mujer maravillosa como de las que ya no hay, una mujer a la que admiro mucho. Cuestión que tiene unas manos mágicas, prepara un té increíble, me hizo entrar en trance y experimenté algo que nunca me había pasado y mira que La One pasó por muchas cosas en su vida, este tacón aguja está bien pisado. Tuve una epifanía. Fue maravilloso, una experiencia inolvidable, estábamos vos y yo en un colchón (nono, no es nada de lo que estás pensando querido) y empezábamos a escuchar sonidos, sonidos de tormenta y de repente caían billetes del cielo, algo glorioso, surrealista diría yo, muyyyy Frida darling. Entonces dije “es por ahí Mo, el universo te está hablando no podés dejar pasar esta oportunidad”, así que olvídate de Satial, es historia antigua. Vos, yo y una buena publi de colchones ¿qué decís?